Simplemente quiero dejar constancia aquí de que, aunque la "rebelión de los pijos" me ha parecido algo aberrante, vergonzoso en el sentido más estricto de la palabra, infantil, y un atentado contra la sanidad pública, el predecible contraataque me parece casi igual de malo (y digo casi igual porque las peleas por redes sociales no propagan virus).
Dicho de otra manera... ¿está mal que la gente salga a la calle para quejarse de... "algo", en plena cuarentena, sencillamente porque les ha salido de las pelotas? Sin duda, es un auténtico crimen social. Pero... ¿justifica eso que surja toda una corriente de odio contra ellos, en boca de "los pobres"? Por supuesto que no. Eso sigue siendo lucha de clases, polarización social, otra manera de inmadurez que provoca otra clase de vergüenza ajena, y otra lacra social que da una idea muy clara de la pasta de la que está hecha el pueblo.
¿Cómo luchar contra la "manifestación de los pijos"? Yo os lo diré en tres "sencillos" pasos (sí, entre comillas, porque de sencillo solo tiene lo bonita que queda la palabra en la frase):
1)No promover más odio y más polarización social.
2a)Cuando el niño malo del colegio le pegaba a otro niño y le robaba el bocadillo, ¿era lo correcto pegarle más fuerte e ir a su casa a robarle el bocadillo del día siguiente? No, ¿verdad? Lo correcto era ir a quejarse al profesor, quien, con el manual en la mano, tendría el protocolo de llamarle la atención y, en última instancia, decírselo a sus padres para que lo enderezaran.
2b)"Pero, ¡Fede! ¡De tal palo, tal astilla! ¡A veces los padres eran peores que el niño y no le llamaban la atención! ¡Los pijos de Salamanca se han ido de rositas y ningún policía les ha dicho nada!". Lo sé, lo sé... Vamos con el paso
3)Ya que tenemos lo que tenemos, un gobierno que es como es, las opciones son jodidas. Dejando a un lado la opción de la violencia (y no hacia los ricos, sino hacia los que deberían llamarles la atención), lo óptimo sería invertir en educación para que haya menos polarización, menos inconsciencia, y menos idiotas en definitiva, además de tener un gobierno capaz que no se corte a la hora de llamar la atención a "sus jefes". Vamos, que os estoy diciendo bajo cuerdas que no seáis imbéciles, y que la próxima vez que toque votar, optéis por un partido que vaya a invertir en educación y en sanidad; uno que no lleve décadas de corrupción a sus espaldas, a poder ser. Y sí, por si surge la duda, esta opción, si bien es la óptima, requeriría de décadas para arreglar el problema. DÉCADAS. Nada es gratis, y menos cuando la gente está cada día más cómoda y más idiotizada.