domingo, 9 de diciembre de 2018

Elecciones, y por qué me cabrean.


Hace unos días fueron las elecciones de Andalucía, y como pasa en casi todo proceso electoral, me dio una de mis escasas pataletas. No fue porque VOX ganase muchos votos, al igual que no fue porque en las generales de antes saliera el PP, ni porque en las de más allá saliera Frasquito, ni porque en las de acullá saliera Menganito. Mi pataleta se debió a un asunto que considero incluso más importante que todo eso, y es a lo que me voy a dirigir en las siguientes líneas.

No todos lo habréis sufrido en vuestras carnes pero, ¿alguna vez habéis echado una solicitud para una convocatoria oficial? Sí, me refiero a esas que salen en el BOE, que tienen por delante todo un documento de 30 páginas con toda su reglamentación, en el que se describe paso a paso y en un lenguaje muy espeso tooodo lo que tiene que ver con dicha convocatoria, desde los textos legales que la regulan, hasta los pormenores del puesto de trabajo, el sueldo, y sobre todo lo que aquí calza: los plazos. Ahora mismo me considero una persona "afortunada" porque al fin tengo un puesto de trabajo estable y en algo que me gusta, pero lo que ha venido antes de eso solo lo sé yo. Lo sé, lo sé, nunca he lidiado con clientes malnacidos, ni con bombas que caen del cielo a lo largo y ancho de mi barrio, pero dicen que cada uno lidia con sus propios demonios, ¿no es así? En mi caso, tengo muy claro que aquello que me tocó fue uno de los (múltiples) detonantes de mi actual trastorno de ansiedad, y aunque no quiero darle más importancia de la debida, me apetecía compartirlo con vosotros para llegar a lo que quiero llegar.

Poneos en mi pellejo de hace unos 6 meses: tenía una beca tirando a irrisoria que apenas me daba para mantenerme, un puesto de trabajo que no me llenaba demasiado, y sobre todo, unas ganas horrorosas porque saliera la resolución final de las ayudas para doctorados de 2017. "¿2017, Fede? ¿Seguro que no te has equivocado?". No, hijo, no... resulta que aquella convocatoria que tanto esperaba salió a mediados/finales de 2017, pero no se resolvió hasta finales de 2018... Eso, de una manera o de otra, supuso una espera de más de un año completo para saber si había sido elegido. Más de un año completo sin poder planificar nada con perspectiva, y con la desazón de querer saber el resultado. No os voy a hablar de la ingente cantidad de distintas resoluciones que iban saliendo, o sobre lo mal que lo pasé en el último tramo debido a lo que se podía deducir de los papeles, pero tengo clarísimo que es una vergüenza absoluta la cantidad de tiempo que se echa en sacar una puñetera convocatoria de FPI. Lo sé, que son más de 100-200 plazas, con varios miles de casos particulares involucrados... y no es esto lo que me cabrea de verdad, sino lo que toca en el siguiente párrafo.

Si preguntase al organismo en cuestión, seguro que me dirían que ellos estaban hasta arriba, y que no pudo salir más rápido el asunto porque no daban abasto (cosa que por cierto, dudo, pero vamos a darles un voto de confianza). ¿Por qué no contratan a más, entonces? Pues porque no habrá dinero, eso es de cajón. Y entonces digo yo... ¿cómo coño se come que para la resolución de unas ayudas económicas que benefician 100-200 chavales se tomen más de un puñetero año, mientras que para el recuento de votos (que involucra a DECENAS DE MILLONES DE VOTOS INDIVIDUALES) se tomen MENOS DE UN SOLO DÍA? Y aquí lo que me cabrea, la respuesta, que no puede ser otra más que la misma basura de siempre: la política es un farça-mandril, vende mucho, y es útil para mantener a la gente en ese delicado punto de equilibrio entre lo cabreado y lo tranquilo. ¿Cuantísimo dinero se destinará a montar las mesas de las elecciones, entre colegios, institutos, y una docena de personas recibiendo y contando votos en cada una de ellas? ¿Cuantísimo dinero se ahorraría y se podría destinar a cosas MUCHÍSIMO MÁS IMPORTANTES si se retrasara el recuento de votos, y se destinara una centésima parte de activos humanos a realizarlo? Imaginaos que en vez de tener que ir a votar un solo día tuviéseis una semana entera para no ir pillados de tiempo, además de que sería una excelente manera de crear unos cuantos puestos de trabajo temporales que no requieren de ninguna clase de formación (mejor una semana de paga que un solo día, digo yo). Y dirá el imbécil de turno "pero hombre, entonces tengo que esperarme una semana para saber si sale Susanita!!!!!!!111unouno". Pues a ese imbécil, después de desearle un babuchazo empapado en mierda por la cara, yo le diré que con una semana (o dos) no le va a salir un trastorno de ansiedad.

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