domingo, 8 de septiembre de 2019

¿Cómo pipetear bien?



Hoy vengo con una de esas publicaciones que me gusta llamar "granitos de arena", o sea, una pequeña cosita que considero muy básica y que me habría gustado que alguien me enseñara en algún momento de un pasado tirando a lejano. A diferencia de otros "granitos de arena", este irá enfocado a una cosa muy concreta y que no servirá de mucho a todo aquel que no tenga que pipetear en su día a día o, lo que es lo mismo, trasvasar una sustancia de un lugar a otro empleando una pipeta. No voy a montar aquí un pedazo de tutorial impresionante, seguro que Internet está que se cae abajo de ellos, pero sí que pondré algunos comentarios sobre aquellas cosas que considero primordiales y que, sin embargo, no siempre te enseñan cuando toca. Y antes de empezar..., ¿por qué está publicación? Sencillo: en el primer mes que estuve en Noruega, nada me salía a derechas en el laboratorio. Al principio era por puro torpe, pero al cabo de unas semanas más, resulta que me enteré de que pipetear tiene su ciencia, que no es tan sencillo como "coger aquí" y "soltar allá". En efecto, tras una carrera y dos másters, resulta que NADIE me enseñó estos detalles, lo que me da a pensar que debe haber muchos investigadores/profesores de Universidad que ni siquiera los conocen. Sin más dilación, y en número de tres, desarrollaré los susodichos detalles que he aprendido en mi tiempo allí:

1) Todo el que haya usado una micropipeta de laboratorio sabe que, en general, suelen tener dos topes: uno para coger, y otro para soltar. Esto queda muy bonito y sencillo, ¿no? Con el primer tope tomas la cantidad marcada por la ruleta, y con el primero+segundo te aseguras de soltar toda la cantidad. ¡¡MEEEEC!! ¡¡EEEERROR!! En condiciones normales esto puede ser cierto, pero cuando estás jugando con cantidades pequeñísimas y/o haciendo pruebas de carácter cuantitativo (es decir, y por poner un ejemplo, que no buscas que se ponga rojo o azul, sino medir la intensidad de color), hasta el último microlitro cuenta, y no es ninguna broma. Me pasé el segundo mes de mi estancia súper frustrado, viendo cómo las curvas estándar no salían ni para atrás, y se debía justamente a esto. Ni la más cara de las micropipetas es perfecta, por lo que es raro que aspire absolutamente la misma cantidad siempre. En base a esto, hay que tener en cuenta que si sueltas todo el contenido de la pipeta te estarás asegurando de soltar una cantidad inexacta y relativamente descontrolada, ya que incluso el cambiar de punta de pipeta puede hacer que la succión sea diferente. ¿Solución? Tirar por "lo menos malo", que es succionar con el primer tope, y también soltar con el primer tope. Haciendo esto te aseguras de que el error intrínseco de la pipeta se extienda a toda la muestra más o menos por igual y, de esta manera, incluso si la lectura no es 100% fiable, el resultado final del ensayo será homogéneo y comparable. Ejemplo: quizás haya un +/-3% de exactitud en los niveles de absorbancia de los pocillos de un ELISA, pero el error será uniforme en todos ellos, más controlado que si soltases a ciegas todo el contenido de la pipeta. De esta manera, a la hora de la comparativa de resultados en el análisis estadístico posterior, incluso si los números no son reales o totalmente fiables, serán más adecuados para realizar esa comparativa.

2) Esta sirve para toda clase de pipeta. Es típico del "pipeteador novato" el meter la pipeta hasta el fondo de la muestra, para poder tomar la cantidad necesaria sin preocuparse de salirse del fluido en cuestión. ¡¡MEEEEC!! ¡¡EEEERROR!! Nuevamente, esto puede llegar a ser correcto en un ensayo cualitativo, pero cuando estás cuantificando, hasta el último detalle importa. ¿Te has parado a pensar en el fluido que se adhiere a las paredes de la punta de la pipeta? ¡Oh, sí, no estoy de coña, colega! ¡Hasta esto se puede cargar tu curva patrón! ¿Solución? Sencilla de explicar, no tan sencilla de hacer: pipetea siempre de la mismísima superficie de la muestra, y si la superficie va bajando porque el contenedor de la muestra se va agotando, tú debes bajar con ella. De esta manera te asegurarás de "pringar" lo menos posible las paredes de la punta de la pipeta. Igualmente, y para combinar este detallito con el punto anterior, puede ser adecuado estandarizar el procedimiento tocando la pared del receptáculo con la punta de la pipeta. Así asegurarás que, ya que no cae toda la cantidad de la punta al no llegar al segundo tope, estandarizas más la cantidad que cae. Todos los que hemos pipeteado "a primer tope" sabemos que es habitual que se quede una gotita en la punta, y esa gotita no es siempre igual de grande, pero sí que es casi igual de grande el volumen que has desalojado al llegar al primer tope.

3) Esta puede parecer una perogrullada, pero cuando estás en el fragor y el hastío del pipeteo y llevas ya como dos o tres horas repitiendo los mismos movimientos, es fácil entrar en una conducta automatizada y dejar de prestar atención. La experiencia te irá enseñando cuánto es 10 microlitros, cuánto es 2, cuánto es 50, y cuánto es 300 según las pipetas y las puntas de pipeta que utilices. Precisamente por esto, y dado que las micropipetas no son perfectas, no está de más posar la mirada en la cantidad que has aspirado antes de soltarla. Estas herramientas tienden a ser muy precisas en el largo plazo, pero cuando llevas 100 o 1000 pipeteos seguidos es fácil cometer algún pequeño error en el manejo, como aspirar una pequeña burbuja de aire, aspirar demasiado rápido y hacer vacío, o cualquier otra cosa del estilo. ¿Has aspirado 300, pero te da la impresión de que hay menos, o más? Suelta, y vuelve a coger; mejor perder unos segundos/minutos que joder el experimento. Especial atención merecen para este punto las pipetas multicanal, no está de más mirar cuánto has pipeteado en todas las puntas, y ver si están parejas.

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