[Imagen sacada de Ecopetrol]
Ya sabéis (y los que no, ahora os enteráis) que a veces me gusta hacer pequeñas contribuciones a lo que considero como conocimiento científico básico, sobre todo cuando se trata de cosas que conciernen a la salud pública. En base a esto, voy a hacer una publicación sencillita en torno al tema de las vacunas y los antivacunas, por si a alguien le queda alguna pequeña duda.
Primero una introducción. Una vacuna es un preparado farmacéutico consistente en "un algo" cuya finalidad es estimular al sistema inmune frente a un agente agresor externo. A veces se tratará de un virus o una bacteria atenuada (vivos pero "castrados", por así decir, con una capacidad de infección tremendamente reducida), otras veces, de uno muerto, y otras, sencillamente de algún componente en particular, como podría ser alguna proteína de membrana del patógeno en cuestión, capaz de darle al sistema inmunitario suficiente información como para defenderse de él sin necesidad de más. Dado que el sistema inmunitario es EXTREMADAMENTE complejo (incluso a día de hoy todavía quedan dudas sobre su funcionamiento completo), lo resumiré de la siguiente manera: se le da al sistema inmune un cartel de "SE BUSCA" con el que prepararse frente al patógeno en caso de encontrarse con él, para poder erradicarlo rápidamente si se lo cruza.
De momento parece sencillo... pero como casi todo, no es del todo así. ¿Por qué, entonces, surgen los antivacunas? El tema es que las vacunas suelen llevar un mínimo de dos componentes (en muchos casos, bastantes más), el preparado del que hablé arriba, y lo que llaman "excipientes". ¿Sabéis esas propagandas antivacunas sobre que determinadas vacunas llevan ácido sulfúrico, compuestos de mercurio o incluso, que lo he leído yo por ahí, trozos de fetos abortados? Bueno, no me voy a meter en lo de los fetos (LoL), pero digamos que aunque no deja de ser propaganda alarmista, algo de razón tienen. Resulta que para que el componente fundamental de la vacuna funcione, necesita de otros compuestos con la capacidad de potenciar el proceso que se busca conseguir (el estímulo de determinadas células inmunitarias). Y sí... en muchos casos estos excipientes son tóxicos, además de que el mismo preparado puede llegar a ser peligroso en caso de vacunas atenuadas, pero claro, se meten en el cuerpo en cantidades pequeñísimas, y es dificilísimo que lleguen a causar un daño real. Y aquí... es donde viene la madre del cordero.
Nos metemos ya en el mundo de las probabilidades. Nos guste o no, las vacunas tienen LA PROBABILIDAD de provocar un efecto nocivo en el sujeto vacunado. Os dejo aquí un enlace muy interesante de la Asociación Española de Pediatría en la que se describen muchos de estos efectos secundarios indeseables, con su tasa de aparición:
https://vacunasaep.org/profesionales/reacciones-adversas-de-las-vacunas
Para los que sean muy perros para darle al enlace y prefieran fiarse de mí, resumo: las reacciones más habituales (en torno a un 5-20% de posibilidades) de la mayor parte de las vacunas son relativamente inocuas (fiebres, irritabilidad, enrojecimiento y tumefacción de la zona, etc.), pero también existe la posibilidad de que pasen cosas raras... cosas REALMENTE raras. Por citar un par de ellas, se habla de una posibilidad entre un millón (¡¡UN MILLÓN, TÍO!!) de que la vacuna del sarampión le provoque un ataque anafiláctico a tu niño, y de una posibilidad entre 250.000-500.000 de que la vacuna oral de la polio le cause la mismísima polio al vacunado. Lo sé, en el papel es muy bonito ver esas posibilidades tan bajas, pero el día que te toca a ti ser la excepción que confirma la regla, te debe hacer una gracia loca... pero, ¿sabéis qué? Que hay que saber mirar la otra cara de la moneda.
Imagínate una enfermedad teórica y bien chunga que esté en plena campaña de erradicación. Y sí, la vacuna de esta enfermedad teórica también tiene la posibilidad de que a tu niño le dé de todo en uno de cada millón de veces. Pero... sigamos desglosándola. ¿Qué ocurre si tu niño no se vacuna? Quizás, gracias a ti y a otros padres antivacunas, tu niño coja esa enfermedad al ir al cole. En un período de incubación de varios días, resulta que tu niño se la contagia a otros 3. Y esos 3... a otros 3. Y esos 3... así durante unos meses, creo que se entiende la idea. De todos los contagiados, un buen puñado de ellos se mueren, y de los que se salvan, otros buenos puñados se quedan como portadores infecciosos durante varios días (por no hablar de los que se queden con posibles secuelas, como una preciosa parálisis de por vida al estilo de la polio). Así pues, por hacer caso a unos cuantos desinformados alarmistas, enhorabuena, has conseguido que una posibilidad entre un millón se convierta en... ¿cuántos niños suele haber por clase a día de hoy, 25? Pues la posibilidad entre un millón se ha convertido en un precioso 3/25 (12% aproximadamente), que además se seguirá propagando hasta que alguien consiga ponerle fin. ¡Ah! ¿Que no sabes cómo ponerle fin? Yo te lo diré: con una campaña de vacunación, muchísimo dinero, y muchísimos meses de esfuerzo.
TL;DR: casi todo en esta vida tiene riesgos asociados. Pisar la calle tiene el riesgo de que te caiga encima de la cabeza un rayo, un satélite, o un meteorito (¡yay! ¡y que sean 3 cosas hace que tenga el triple de posibilidades!), pero no por ello vas a dejar de salir a tomarte unas cañas, ¿verdad? Si vacunas a tu hijo estás incurriendo en una acción que tiene un riesgo asociado también, pero si no lo haces, te garantizo que las posibilidades de que ocurra algo igual o peor son SIGNIFICATIVAMENTE superiores, por no hablar del crimen ético contra la salud pública que estás cometiendo, que según el punto de vista, es casi peor.
[Un último comentario aislado: para los que le tienen miedo a que las vacunas causan autismo... voy a ser bueno y no me voy a reír. Me limitaré a decir que ese "riesgo" ni siquiera aparece en la AEP, y según vi en un vídeo hace unas semanas, se trata de un bulo que lanzó un farmacéutico hace unas décadas para lucrarse del alarmismo. Lo echaron del colegio de farmacéuticos y creo que lo metieron en la cárcel. Lo de siempre... hay que saber elegir las fuentes de información adecuadas, y las cadenas de Whatsapp no son precisamente algo fiable].
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