lunes, 25 de febrero de 2019

"Si les gustó, denle sinco estrellas".




Antes de empezar con el meollo, quisiera especificar que esto no es una pataleta. No es un reproche, no lo escribo a malas, ni busco meterle el dedo en el ojo a nadie, se trata de una publicación puramente informativa.

El otro día tuve una corta conversación con una colega que en algunas cosas me recuerda a mí. Por no enrollarme, le gusta escribir, tiene un blog con más bien pocas visitas, y se equivocó de profesión. El caso es... que publicó una cosa en su blog, lo compartí, me dio las gracias, y le dije que no costaba nada, que casi siempre comparto las cosas producidas por gente que conozco. Y ella me dijo... que solo compartiera su contenido si de verdad me había gustado, que no le gusta tener visitas por tenerlas. Y bueno, claro está que cada cual tiene derecho a tener su punto de vista, pero aquí voy a explicar por qué hice lo que hice, y por qué me gustaría que más gente cercana a nosotros lo hiciera también.


Depende de la plataforma, pero pondré el ejemplo de Youtube. En Youtube existen dos maneras de valorar el contenido visualizado: las propias visualizaciones, y los "likes". Hay mucha gente que se limita a ver los vídeos y no "pierde" el tiempo en darle a like, porque bien es sabido por muchos que lo que da dinero a los youtubers son las visualizaciones y los anuncios pero... ¿os habéis parado a pensar en para qué sirven entonces los "likes"? Para motivar, dirán algunos, y no les falta razón, pues cuando eres un creador de contenido (y lo digo aquí con la boca pequeña), la motivación es algo fundamental. Pero en el caso de Youtube hay algo más: resulta que los "likes" sirven para posicionar mejor los vídeos en una búsqueda; en otras palabras, si buscas "gato", el primer vídeo que aparezca será el que más relación guarde con la búsqueda, pero en caso de haber más de uno (y con "gato" saldrían millones...), el primero que saldrá será aquel de entre ellos que más "likes" tenga. Cada motor de búsqueda tiene sus propias triquiñuelas, pero al final todos estos métodos sirven para lo mismo: conseguir visibilidad, que es lo que desea un creador de contenido al fin y al cabo, que su obra sea conocida.

Voy un paso más allá, poniendo otro ejemplo que vi bastante de cerca. Hace unos meses estuve en un grupo de Facebook de escritores noveles, y eran muchos los que espameaban aquello de "por favor, hagan una crítica si leen mi obra, y denle cinco estrellas". Las primeras veces que lo leí, pensé: "tío, vaya cara más dura... ¿y si resulta que me gusta, pero no me vuelve loco? ¿Y si quiero darte cuatro porque es una buena obra, pero no una obra maestra?". Pero la respuesta me llegó rápido: se trata de lo mismo de antes, obtener visibilidad sobre una enorme competencia. Cuando haces una búsqueda basada en un sistema de estrellas, aunque puede depender de los filtros que haya, lo normal es que aparezca arriba del todo el que está mejor puntuado. Así pues... puede ser que alguien tenga un libro de mierda, pero si resulta que tiene muy buenos amigos (y muchos), y se dedican todos a darle cinco estrellas, su libro aparecerá el primero en todas las búsquedas que guarden relación, lo que le dará visibilidad y, en definitiva, éxito y ventas. Esto, en mi opinión, es absolutamente injusto y horrible, ya que así no gana siempre quien tiene el mejor producto, sino quien está mejor relacionado. No obstante... decidme cuántos sectores hay que no funcionen exactamente así.

Y como no quiero escribir mucho más sobre este tema, voy con el caso que nos atañe, el del blog de arriba. Tengo comprobado de primera mano que en el caso de los blogs (o, al menos, en el mío), cada "compartir" es un chorreón de visualizaciones. O sea, no os hacéis una idea de cuánto xD. En mi caso concreto, la publicación con más visitas hasta la fecha es aquella que hice sobre la homeopatía, y no es ninguna sorpresa que sea una de las pocas que ha sido difundida por 4 ó 5 personas, además de que generó un poco de debate (en Facebook, claro, porque sois unos rancios y nunca comentáis por aquí). Todo bicho viviente a día de hoy tiene acceso a redes sociales y a un mínimo de 50-100 contactos (cuando no son 500, 1000, o 5000), por lo que cada compartir es una puerta a crear un efecto bola de nieve, que al final es lo que se busca. Los likes molan y son amor, pero no dan tanta potencia a la difusión de una publicación como la da un compartir, ni de lejos. Y... bueno, es por eso por lo que siempre que alguien allegado a mí comparte algo, procuro hacer lo posible por darle visibilidad, y por lo que me gustaría que la gente que nos rodeamos hiciéramos lo mismo.

Y a pesar de todo esto, repito lo que dije en las primeras líneas: esto no es una pataleta; esto no es un "comparte mi blog, cabronazo"; esto no es un "qué perro eres, que ni a compartir le das", ni un "son solo 2 segundos de tu vida, PRRO". Pero bueno, al final esto es la jungla de internet, en el s.XXI, era de la información y de los ofendiditos, así que si alguien se pica, que ajos coma.


P.D. Por si a alguien le pica la curiosidad, el blog de mi colega es "La Mujer de Napalm". Os lo enlazo:

http://napalmwoman.blogspot.com/

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