Este será seguramente el último capítulo de esta serie, ya que sinceramente me he quedado sin ideas. Tanto es así, que he decidido cambiar el enfoque, ya que quien dijo que "el tiempo es oro" no tenía ni idea sobre cuán cierta acabaría siendo esa frase. En efecto, aunque no es igual de valiosa o, mejor dicho, productiva, una hora de vida del dueño de una gran empresa que la de un trabajador mileurista, el tiempo es el recurso potencialmente más valioso del que disponemos todos, por lo que malgastarlo se traduce en perder dinero. Y precisamente por eso, dejo de enrollarme y paso con los consejitos:
1) Utiliza una agenda. Hay gente a la que esto le da palo porque parece ser un atentado contra su propia dignidad. Si usas una agenda es porque te falla la memoria y eso te hace débil, ¿no? Pues no, lo cierto es que no. Usar una agenda te permite llevar un control fiable de todas aquellas tareas que tengas que hacer a lo largo del día, y consultarla a menudo te permitirá no olvidarte de cosas importantes, además de que te ayudará a aumentar tu productividad y, en definitiva, a disponer de más tiempo libre. Cosa tuya será darle uso para ser más productivo o simplemente para ganar en calidad de vida.
2) Organízate bien, usa el sentido común. La gran mayoría de los consejos de publicaciones anteriores son extrapolables a la gestión de casi cualquier recurso, incluido el tiempo. ¿Tienes cuatro o cinco tareas pendientes en el centro y vives lejos? Intenta hacerlas todas en un mismo día para ahorrarte paseos innecesarios (o gastos de transporte público o coche). ¿Tienes que poner una lavadora y limpiar la casa? Piensa en cuánto tardará cada una de esas cosas, y encájalas en tu agenda para malgastar el menor tiempo posible. En definitiva, haz lo que puedas por evitar la aparición de "tiempos muertos" entre tarea y tarea.
3) Fórmate. Esto no significa necesariamente que estudies carreras, másteres o cursos, aunque sin duda son opciones viables. Internet está que se viene abajo de libros, vídeos, blogs, o incluso pelis y series que tratan sobre la productividad, la mentalidad positiva, la educación financiera, el crecimiento personal, etc., y muchos de esos recursos son totalmente gratuitos. Pero claro... requieren de tiempo. De igual manera que para perder peso y poner músculo hace falta invertir tiempo y esfuerzo en hacer ejercicio (y, en definitiva, hacer cambios en tu día a día), para incrementar tu productividad necesitas transformarte a ti mismo, y eso no se consigue en un día ni en dos... Si esto suena como algo que te llame la atención, tómatelo con calma y empieza poquito a poco. Cuando veas que funciona, irás cogiéndole el gusto y acabarás dándote cuenta de lo útiles que son dichos recursos, y lo rentable que puede llegar a resultar invertir unos cuantos minutos diarios en ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario