jueves, 2 de agosto de 2018

Virus vs. Bacteria

En relación a otra publicación que ya hice, quiero compartir un pedacito de conocimiento para aquellos que puedan aprovecharlo, pues considero que es algo muy importante tanto a nivel de cultura, como de salud pública y/o individual. Algunos los conoceréis en profundidad, otros, menos, y otros solo de nombre, pero quiero creer que a día de hoy no existe ninguna persona que haya recibido una educación básica y que no conozca al menos LO QUE ES un virus, y LO QUE ES una bacteria. Sin entrar en grandes detalles sobre microbiología que no vienen al caso, voy a explicar las 3 ó 4 diferencias más básicas y prácticas entre estos dos tipos de patógenos microscópicos. Antes de entrar con el follón, quisiera recomendar a quien lea esto que busque en Google alguna imagen de bacteria y/o de virus para ir mirándola a medida que lee, para así darle identidad mental a cada una de las cosas.

En primer lugar, quisiera dejar claro que tanto de bacterias como de virus hay MUCHÍIIISIMOS tipos. Es decir, no sabría especificar si hay cientos, miles o millones de especies, pero sin dudas hay muchísimos que han ido surgiendo a base de mutaciones espontáneas a lo largo de millones de años de evolución. Los virus, por definición, son siempre patógenos, pero en cuanto a bacterias, las hay patógenas, y también saprófitas (es decir, que se alimentan de lo que encuentran por ahí, sin necesidad de parasitar a otros organismos). Para acabar este punto, especificaría que las bacterias suelen tener unas estructuras internas bastante más complejas que los virus, ya que como se deduce en el siguiente párrafo, las necesitan para poder hacer su vida.

En segundo lugar, tendríamos el hecho de que la bacteria es un ser vivo, pues nace, crece, se nutre, se reproduce, y muere (creo que esta sigue siendo la definición de ser vivo, corregidme si me equivoco), mientras que los virus se encuentran en una cierta tesitura científica sobre si considerarlos vivos o no, pues se comportan como parásitos obligados al no poder reproducirse por sí mismos, y tampoco pueden nutrirse. Una bacteria, patógena o no, obtiene nutrientes de alguna parte, los utiliza para sus mecanismos biológicos, y finalmente se divide para dar lugar a nuevas bacterias. Un virus, por el contrario, tiene la sola función de existir, meterse dentro de una célula hospedadora (la infecta), y utilizar la propia infraestructura de esa célula para producir una ingente cantidad de copias de sí mismo. Estas primeras diferencias... digamos que son más anecdóticas que útiles, pero bueno, quería dejarlas caer. Vamos con lo que interesa.

En tercer lugar, tendríamos el detalle de que las infecciones víricas y bacterianas son diferentes. Es decir, más allá de lo del párrafo anterior, y por algún motivo que yo desconozco, parece ser que los virus son muy resistentes a los medios habituales de la medicina moderna (antibióticos, vaya). Se supone que como contrapartida a los antibióticos existen también antivíricos, pero no puedo ahondar en esto, pues en mi carrera (veterinaria) apenas se mencionaban uno o dos, y solo de nombre, de tal manera que me limitaré a decir que, en condiciones generales, un antibiótico no mata virus, pero sí puede matar bacterias, según el antibiótico y la bacteria que sean. Esto no quiere decir que sea inútil emplear un antibiótico durante una infección vírica, pues los virus ponen a trabajar al sistema inmunitario a tope y reducen temporalmente la capacidad de defensa del cuerpo ante otras amenazas, por lo que no es raro dar un tratamiento antibiótico de cobertura contra lo que se suele llamar "infecciones oportunistas" (es decir, otros patógenos que aprovechan el momento de debilidad para atacar). No obstante, nunca se debe olvidar lo que ya he dicho: en general, y a falta de saber si existen puntuales excepciones a esto, un antibiótico NO mata virus, y por eso, la manera de tratar un virus es con tiempo (dejar actuar al sistema inmunitario), y con alguna ayuda indirecta como un tratamiento sintomático.

Por último, mencionaré una cosa que se presta mucho a interpretación y a casos particulares pero que, no obstante, puede llegar a ser útil. No siempre es así, pero, ¿sabéis esas veces que vais al médico con la garganta hecha polvo, y que el médico os dice que tenéis "placas"? Lo habitual es que esas placas sean una mezcla de un detritus provocado por vuestra propia respuesta inmunitaria y alguna colonia bacteriana que se ha asentado ahí. En otras palabras: aunque no siempre es así, cuando hay placas, lo normal es que se trate de una infección bacteriana, y que por lo tanto esté más justificado el empleo de un antibiótico. De igual manera, añadiría que las infecciones víricas suelen ser más frecuentes y menos severas que las bacterianas. Lo sé... ve a decirle a un enfermo de SIDA que los virus son poco severos. Como dije al principio, estos son datos prácticos, para una mayoría de casos (los típicos catarros de invierno), no se trata de una clase magistral sobre microbiología.

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