Este tema me gusta, y está muy en boca de todos en esta época que nos toca con tanta historia que hay con la libertad de expresión. Pensad en el siguiente caso hipotético, que no dista mucho de algunos titulares que vemos cada equis días: una muchacha, atracada, asaltada, o en el peor de los casos, violada por una pandilla de indeseables. Con el paso de los días se va echando luz sobre el asunto detalle a detalle, y no siempre correspondiendo a la realidad: que los asaltantes eran de clase baja; que la muchacha iba provocando; que resultaba que iba paseando con unas amigas por un mal barrio; que ella era feminista, e iba clamándolo a voces; que... en definitiva, muchos "qués". Supongamos sobre el caso anterior que no se llega a saber la verdad absoluta. Tan solo sabemos que: a)ha habido un asalto; b)se insinúa que la muchacha iba expresando a voces unos ideales; c)probablemente, no era el mejor lugar para hacerlo. Un servidor y, espero, la mayor parte de los que lean esto, verán una injusticia, claro, pues nada justifica un asalto como ese. En pleno s.XXI, y en un país desarrollado como el que tenemos bajo los pies, sería de esperar que cualquier persona pudiera expresar sus ideales sin miedo a lo que le pueda suceder, pues NADA debería sucederle simplemente por expresar una idea... Pero claro, todos sabemos que esto es más teórico que práctico, y es que ahora nos toca analizar la parte oscura de la misma moneda.
¿Podría un vegano sumergirse en un río lleno de cocodrilos, con el fin de acariciarlos, mientras va gritando "SOY VEGANO"? La respuesta parece bastante obvia, creo, y es que no (y aun así, creo recordar que hace unos meses salió una noticia de una persona que hizo eso mismo, entre hipopótamos...). El motivo, obvio de nuevo, no sería otra cosa que el entorno en el que esa persona se va a mover: cocodrilos, que ni entienden tu idioma, ni están dispuestos a dejar pasar tu pellejo por un ideal que ni siquiera comprenden. Hasta aquí bien... ¿No?
Vamos a trasladarlo a algo que nos pille más de cerca, pues no somos cocodrilos ni hipopótamos. ¿Os suena la peli de un burka por amor? Tiene ya unos añitos, pero estoy seguro de que generó mucha controversia en su momento. Resumen: una muchacha se enamora de un árabe, el árabe tiene que volver a su país porque su padre se muere, la muchacha le dice que se va con él, él le dice que no quiere ni necesita que vaya (y le insiste en esto, porque se huele lo que va a pasar...), pero ella, por sus ovarios que va p'alante. Pos mu bien, muchacha, te ves en Afganistán, uno de los países con la mentalidad más atrasada y machista (socialmente hablando) del mundo entero, y acabas triste, deprimida, y frustrada durante años porque, ¡anda! Es que están en guerra y no te dejan volver a tu país. Admiro tu valentía... admiro tus ovarios... pero niña, tú es que eres subnormal profunda, y te lo has buscado a pulso. Que sí, que los afganos no obran bien, y que tú estabas en tu derecho a reivindicar tu libertad... pero ve a decírselo a los cientos de miles que te la arrebatan, con la constitución española en la mano.
Para todo en esta vida hay que tener en cuenta el entorno en el que te mueves. Si eres pobre, no puedes (o debes, más bien) comprarte un coche caro. Si eres cojo, ya sabes que para las olimpiadas lo vas a tener jodido. Y si vas a pasearte por un barrio bajo para exhibir ideales y exigir libertad de expresión... ánimo y suerte, porque los vas a necesitar. No es lo mismo exhibir con unos amigos la bandera del igualitarismo de género en un lugar peligroso, que sublevarse contra unos reyes corruptos y pasarlos por la guillotina cuando todo el pueblo te apoya (sí, lo estoy comparando con la Revolución Francesa).
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