Esta publicación va a estar a medio camino entre la fedepataleta y la federilosofada. Fedepataleta, porque nace a medias entre frustraciones propias, lo admito; federilosofada, porque no sé cuál es la verdad real que puede hallarse tras estas palabras (o si existe tal, de hecho). Antes de empezar, quisiera dejar claro que, aquí, cuando hable de Disney me referiré concretamente al fenómeno del romanticismo comercial de nuestro tiempo, es decir, todo aquello que se le ha vendido a la población (especial, pero no exclusivamente, a las mujeres) como lo que es idealmente una relación esperable y deseable, "normal", incluso. Por el contrario, llamaré Brazzers a todo aquello que se le ha vendido a la población (y de nuevo, especial, pero no exclusivamente, a hombres) en relación a lo que es sexualmente esperable y deseable, idealizado en parte, y "normal" incluso.
Vamos con el meollo. De una forma muy simplista (mucho), se podría decir que el amor se divide en dos cosas cogidas de la mano, pero diferentes: la atracción biológica, y la atracción mental. La parte más biológica es bastante obvia: ella está buena, y te pone; él está bueno, y te pone. La parte mental es infinitamente más compleja por lo general, y lleva connotaciones que van desde el "me gusta tu manera de pensar y deseo compartir tiempo contigo", al "qué romántico eres, me haces sentir muy feliz a tu lado porque harías cualquier cosa por mí". No me voy a meter en si una cosa es más importante que otra, ya que tipos de relación hay tantos como garbanzos en un cocido, pero sí que me voy a meter a criticar algo que me toca bastante la moral desde que me ha cogido de cerca, y lo ilustraré con un ejemplo bastante gráfico. Un día estás con el Tinder (o similar), y te encuentras un perfil en el que pone algo, bastante frecuente, del estilo de "solo chicos detallistas, busco a mi príncipe azul ^^". Otro día, y de manera mucho menos frecuente, te encuentras otro mensajito del estilo de "si consumes pornografía, ni te molestes; porn kills love". Bueno... partiendo de la base de que cada cual tendrá su opinión, ¿a dónde quiero llegar? Pues como pone en el título, al Disney Vs. Brazzers. Resulta totalmente obvio (y quien me lo niegue es que no sabe ni dónde tiene la mano derecha) que en nuestra sociedad Disney está sembrado, es premiado y deseado; nos han vendido de tal manera que ser un novio (o novia, aquí veo necesario el lenguaje inclusivo) detallista es lo mejor de lo mejor, que cuesta hasta trabajo cuestionarse hasta qué punto puede ser eso cierto. Vamos, en lo personal, lo considero un adoctrinamiento al nivel de una religión, ya que resulta obvio que no todo el mundo tiene la capacidad para ser detallista o "Disney". Por el contrario, Brazzers está (casi) totalmente estigmatizado; todo lo que tenga que ver con sexo, exploración, pedir caprichos fuera de lo frecuente, etc., se mira bajo el filtro de la perversión o el fetichismo, y a menos que te cruces con una persona mínimamente inteligente, de estas que se atreven a cuestionarse las cosas, lo más normal es que te comas una mierda a nivel social (y no me refiero solo a dejarlo caer en el perfil de Tinder, eso ya es que actuaría de suicidio matcheador).
Vamos con otra vuelta de rosca. No estoy en la cabeza de todo bicho viviente ni me he parado a ver estudios al respecto (si es que los hay), pero creo que puedo afirmar sin miedo a equivocarme que, a nivel de tasas y mayorías, como puse más arriba, se nos ha vendido el Disney como algo propio de mujeres, mientras que el Brazzers es cosa de hombres. Lo sé, lo sé, también hay mujeres muy guarrillas y hombres muy romanticones, pero recalco lo de las mayorías y las tasas. A la hora de la verdad, claro, esto es todo un puro postureo, ya que no soy capaz de imaginarme a un grupo de amigas que no hablen de sexo, o a un grupo de amigos que no hablen de romanticismo y detalles de pareja (quizás algo menos frecuente esto último, pero también se da). A donde quiero ir a parar es al hecho de cómo están vistas estas dos corrientes de pensamiento, socialmente hablando. Imaginaos que una pareja de novios que conocéis corta un día; la causa, que uno de ellos era muy poco detallista o romántico. Ufff... dependerá de los ojos que miren, pero veo como muy probable que los amigos de la parte insatisfecha (sea ella, o él) piensen que el otro era lo peor, que no estaba dispuesto a sacrificar su tiempo, que su pareja no era para él (o ella) su prioridad, etc. ¿Qué pasaría, sin embargo, si el motivo de la ruptura fuese una cuestión de insatisfacción sexual? De nuevo, dependerá, pero me aventuro a decir que sería muy probable que se trate de echar tierra encima al asunto, ya que el insatisfecho no querrá quedar como un pervertido. Quizás se invente una excusa y su pareja no llegue ni a enterarse, o quizás corten por hastío porque "las cosas ya no son como al principio" y se acabe viendo hasta con humor y vergüenza ajena aquella relación, con el paso del tiempo.
Y voy con la última vuelta de rosca. Tras lo dicho hasta ahora, nos encontramos con la idea de que Disney está mejor visto que Brazzers. Y yo digo... ¿por qué? O sea, ya sabemos que Disney está, parcialmente, en nuestra naturaleza, ya que querer involucrarse en una relación es un mecanismo natural para crear un entorno sólido y estable, tanto para la reproducción, como para la protección del grupo. Pero añado yo... en los tiempos en los que corren, en el siglo con menos guerras y necesidades primarias de la historia, ¿qué hay de malo en admitir que el sexo PUEDA SER igual de importante? ¿Por qué una pareja insatisfecha puede quejarse de que su pareja no sea muy Disney, pero quejarse de que tu pareja no sea lo bastante Brazzers es caer en "lo mala que es la hipersexualización nacida del porno"? Ya que tú pides a tu pareja que te haga la cucharita por las noches, que te responda hasta el último mensaje lo antes posible, y que te digas cosas bonitas para lidiar con tu inseguridad, ¿qué hay de malo en aceptar (POR PONER EJEMPLOS QUE SE ME OCURREN, QUE OS VEO) que tu pareja necesite de una relación abierta, de un poliamor, o que le guste que te metas en un traje de cuero? Está claro que los cambios no ocurren de la noche a la mañana, y aunque en treinta años la sociedad ha pasado de "jeje... el otro día vi al chico del vecino con revistas guarras", a "casi todas las tías ver porno", sigue siendo un estigma a nivel social. No nos equivoquemos, aunque hay gente muy puritana por ahí, negarse a explorar la sexualidad está a día de hoy al nivel de salir del armario para un homosexual, o incluso más difícil según el caso, pues la homosexualidad se trata de integrar en la sociedad como bien vista de manera activa en el mundo civilizado. Dicen que lo que más buscan las mujeres en PornHub es la categoría "lesbian", pero a ver cuántas de vuestras novias están abiertas a montarse un trío. Alguna vez he leído que el orgasmo más potente que puede tener un hombre es el prostático, pero a ver cuántos heterosexuales se dejan dar por el culo por su pareja. Sin duda, algunos, de ambos bandos lo harán, pero ahora pensad a nivel de tasas. Pensad en cuñaos de taberna que se ríen entre ellos al hablar del vecino maricón (sí, ese que no es gay, pero que su señora le da con un arnés). Pensad en las segnorasque que critican a esa mujer que a los cuarenta no tiene hijos pero ha tenido decenas de amantes (a veces, más de uno a la vez). Pensad en... creo que la idea se debe entender ya bastante bien, y si no es así, bueno, lo siento, pero he ido escribiendo un poco sobre la marcha. Igual algún día me da por complementar un poco más este post, pues es un tema que me da mucha curiosidad.
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