Ayer me terminé Re: Zero, una serie que me tuvo bastante enganchado durante los primeros días. No voy a hacer una crítica como tal porque... ni me la merece, baste decir que me ha decepcionado mucho el desenlace. Tan solo haré una breve reflexión sobre lo que más me ha indignado (habrá matices de spoilers, ojo si tienes interés en verla, pues no es mala del todo):
Lo que empieza siendo una serie interesante y de trama inesperada (muy ingeniosa, y con un gran suspense), acaba tornándose en una historia de amor, si bien se ve desde el capítulo 1 que va a ser así. Me puse en guardia al ver que el tema del amor y los detalles kawaii se imponían sobre el resto pero, no obstante, cuando el personaje de Rem empieza a desarrollarse, me ganó por completo. Lo que empieza siendo un encoñamiento absoluto (y aquí hablo del tonto de Subaru y la estúpida de Emilia), termina siendo desplazado por otro enamoramiento mucho más lógico y admirable, una chiquilla que se enamora de alguien por cómo es, y no porque tiene el pelo blanco y sonríe mucho. Y sin embargo... tal como se declara, la friendzonean, y la pobrecita se lo come con patatas, con una sonrisa de oreja a oreja porque al menos sabe que aunque no tendrá a su amor, podrá ayudarlo a ser feliz desde el segundo plano. Hasta ahí... muy bonito, la verdad, me llegó hasta a mí, por muy triste que sea.
Pero claro... llega la necesidad de hacer la serie comercial. Un desfile de hombres gato, hombres perro, y hasta hombres perezoso entran en escena. La trama se tuerce y se jode de principio a fin, hasta el punto de que SABES que no quedan suficientes capítulos como para arreglarla. Total, que todo se soluciona de una forma muy anodina y acaba en que un amor de verdad se ve malogrado por un enchochamiento entre un tonto y una subnormal. Todo maravilloso. Japón... sigue intentando arreglar tu tasa de natalidad así.
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