Hay por ahí un viejo dicho que la primera vez que lo escuché me pareció estupidísimo. No obstante, cuanto más lo escucho a lo largo de los años, y cuantas más vueltas le doy, menos y menos estupidísimo me parece. A saber, se dice algo así como que "si un árbol se cae en un lugar recóndito de un bosque, de tal manera que nadie lo escuche, ¿se ha caído de verdad, o no lo ha hecho?". La respuesta rápida es que sí, claro, ¿qué tendrá que ver que llegue al oído de alguien, si ha ocurrido? Pero claro, si nos ponemos filosóficos, la cosa se complica, pues entramos en el terreno de lo que "es relevante", más allá de lo que simplemente "es", y en este sentido enfocaré esta publicación. Antes de continuar, por favor: mente abierta. Me voy a meter en algunos conceptos que a más de uno les toca la fibra, como el ser "útil" o "productivo" para la sociedad, pero esto no deja de ser un filosofeo inofensivo, no me tiréis piedras.
Llevo unos añitos ya dándole vueltas a un concepto, el que me gusta llamar "población latente". Imaginad el siguiente caso hipotético: un señor cualquiera, en una franja de edad intermedia, soltero, con pocos amigos (o ninguno), al que simplemente le motiva la idea de sobrevivir y hacer su vida sin que nadie le toque las narices. Lo que viene siendo un ermitaño de los antiguos, pero adaptado al s.XXI. Tal vez es un enganchado a los juegos on-line, o simplemente le gusta echar todas sus horas libres tirado en el sofá, esperando a la hora del fútbol, o viendo películas. No tiene ambiciones, ni intención de promocionar en su vida. Quizás tiene un trabajo sencillo que lo mantiene a flote y con el que pasa más o menos desapercibido, o quizás resulta que tiene una pensión del Estado por alguna causa, lo que motiva aún más su aislamiento. Algunos metomentodos dirían "y bueno, entonces, ¿para qué vive?". Otros, más tóxicos, podrían decir "y bueno, si no sirve para nada y no aporta nada a la sociedad, ¿por qué se dedican impuestos a que ese hombre tenga médico?". No me voy a meter en dar opiniones al respecto, pero le voy a dar una vuelta de tuerca un poco más ácida.
Imaginemos ahora que el caso hipotético se retuerce a uno un poco más realista (si bien el anterior es perfectamente creíble para un servidor). Imaginemos que se trata de la típica ama de casa de principios del s.XX, la cual, como mucho, trabajaba dentro de su casa (si es que lo hacía), y el 80% de sus interacciones sociales se limitaban a echar pestes de las personas que no tiene delante. Imaginemos que se trata del típico nini que no encuentra motivaciones para buscar un trabajo en condiciones, en su país, o fuera de él. Pero bueno, como estoy centrándome mucho en el tópico de la productividad, voy a otro lado: imaginemos que se trata de la MUY típica persona de nuestro tiempo, que sin saber sobre algo, se atreve a dar una opinión al respecto, censurando incluso la de los que están alrededor. ¿Sabéis de ese tío que vota siempre al mismo partido, sin haberse leído su programa electoral, y sin plantearse que cabe la posibilidad de que dicho programa vaya en contra de sus (escasas) creencias? ¿Sabéis de ese colega que va de ecologista por la vida, pero que en el cine se coge dos pajitas de plástico porque "es guay"? ¿Sabéis de ese vecino que, sin privarse de su cerveza de la noche ni de su cubata del fin de semana, echa peste de que los veterinarios son unos ladrones y no le paga una radiografía a su amado perro? ¿Sabéis de ese contacto de Facebook que comparte sistemáticamente artículos con titulares sensacionalistas sin haberse leído el artículo? Por aquí van los tiros del concepto del que hablaba. Para mí, la "población latente" es un grupo o tipo de personas que, al no esforzarse, se convierten en una verdadera tara para los que tienen alrededor. Pero voy a darle una última vuelta a la idea...
También se oye mucho lo de que "nada es blanco ni negro, pero hay muchos grises". Por desgracia, esta afirmación, que es increíblemente acertada, es citada muchas más veces de las que es aplicada en realidad. ¿Por qué digo esto? Porque yo me considero una persona con mentalidad ecológica (que no ecologista), y alguna vez he cogido dos pajitas (ya no lo hago :D ); porque yo mismo me paso un montón de tiempo libre viciando a videojuegos; y porque yo mismo, alguna vez (pocas, por suerte), he compartido titulares sin tomarme la molestia de leerme el artículo. A donde quiero llegar es a que la gente no es "población latente" de por sí (...normalmente), sino que es un estado mental en el que se va entrando y saliendo a lo largo del día a día cuando paras de esforzarte. A ver, que es algo normal, todos tenemos derecho a un rato de ocio, o a hacer alguna cafrada puntual... el problema aparece cuando esto se convierte en una costumbre. Esa mentalidad de alquilar un piso que se ha entregado impoluto, y devolverlo hecho una mierda porque "esa es tarea del casero, que para algo tiene más que yo". Esa mentalidad de dejar para mañana tareas de poca importancia, pero que cuando te quieres dar cuenta se han acumulado doscientas y decides renunciar a unas pocas, para al final no haber hecho nada y encontrarte un follón con el que no saber ni por dónde empezar. Esa mentalidad de querer echar una solicitud para algo que te interesa, pero desmotivarte al ver la competencia, o la cantidad de papeles que te piden. Todo eso (que incluye muchísimas otras cosas), en sumatorio, es lo que conforma la mentalidad de la "población latente", es decir, una población compuesta por personas que, temporalmente, dejan de ser personas o ciudadanos productivos, en el sentido más respetable de la palabra.
E insisto, que no es malo dejarse llevar por estas cosas alguna vez que otra, pero también insisto en que habría que hacer todo lo posible por evitar que se convierta en costumbre, y esforzarse por inclinar la balanza hacia el lado más productivo, útil, y/o benévolo.